Un joven murió tras ser impactado por una rama en medio de los fuertes vientos. El fenómeno también afectó a Mar del Plata.
Al atardecer, una tromba marina azotó la ciudad: intensa lluvia, viento y granizo causaron destrozos en distintos áreas. Una mujer también resultó con serias heridas.
Un joven de 16 años falleció hoy y una mujer resultó herida, como consecuencia del intenso temporal que se desató en Miramar, con lluvia, granizo y viento de gran intensidad, en medio de una tromba marina que causó algunos destrozos en la ciudad.
El chico, identificado como Benjamín Carmona, de 16 años, sufrió el fuerte impacto de una rama que le pegó en la cabeza y le causó graves heridas.
Poco después fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata, pero ingresó ya sin vida. En tanto, la mujer fue internada y su estado es reservado.
Sobre el cierre de otra jornada soleada, y tal como había sucedido la semana anterior, el clima cambió drásticamente y comenzó una tormenta de proporciones, que causó caída de árboles, postes de luz, voladura de carteles y anegamiento en algunas calles de Miramar.
En la terminal de ómnibus cedió parte del tinglado que cubre los andenes, mientras que algunos comercios también sufrieron la violencia del temporal, ya que causó roturas de vidrios y marquesinas, especialmente a aquellos que están ubicados sobre la playa y la peatonal. Asimismo, varios sectores de la ciudad se quedaron sin suministro eléctrico.
Por su parte, equipos de Defensa Civil y Bomberos de Mar del Plata se trasladaron hasta Miramar, ubicada a unos 40 kilómetros, para asistir a los damnificados, y ubicarlos ante la posibilidad de ser necesaria una evacuación.
El municipio de General Alvarado, al cual pertenece Miramar, solicitó a los vecinos no salir de sus hogares, o hacerlo únicamente en caso de extrema urgencia.
Un poco más tarde, y a pocos kilómetros de allí, se dio una situación de similares características en Mar del Plata, donde los turistas pudieron disfrutar de otra jornada a pleno sol, aunque en el atardecer el clima dio un giro inesperado.
Y tal como había sucedido el sábado pasado, los veraneantes debieron alejarse de la playa para buscar refugio en otros sitios más seguros para resguardarse de la lluvia, el viento y el granizo.