En una muestra de desafío al aislamiento internacional de Moscú por la guerra de Ucrania, Rusia ha comenzado una semana de ejercicios militares conjuntos con un grupo de naciones, entre las que se encuentran China e India. Los simulacros tienen lugar en el extremo oriental del país.
Su objetivo es reforzar los crecientes lazos de defensa con China y continuar la cooperación con India y los demás países participantes.
Es la primera vez que Pekín envía fuerzas de tres ramas de su ejército para realizar ejercicios con Rusia.
Destacando la importancia de la ocasión para el Kremlin, los juegos de guerra contaron con la presencia del presidente ruso Vladimir Putin. La invasión rusa de Ucrania en febrero fue recibida con una condena generalizada y sanciones por parte de la comunidad internacional
Pero China se ha negado a criticar las acciones del Kremlin y acusa a Occidente de provocar a Moscú. La India también se ha negado a imponer sanciones.
A pesar de su abrumador poderío, Rusia no ha logrado sus objetivos en medio de la feroz resistencia de Ucrania. Las maniobras también pueden tener como objetivo contrarrestar la percepción en Occidente de que el esfuerzo bélico de Rusia está sobrecargado y se está quedando sin suministros.