Un reducido grupo de manifestantes protestaron con particular violencia este jueves frente a la Casa Rosada. Parapetados contra la reja del edificio, arrojaron hacia el interior del predio vallado pirotecnia, antorchas encendidas y huevos. Le respondieron bomberos de la policía, desde adentro, con chorros de agua, para desactivar su peligroso accionar.
La protesta, según se había publicitado vía redes sociales, era para «exigir renuncias» y en el «flyer» virtual de la convocatoria sobre ambos costados de la imagen, aparecían las caras del presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Kirchner.
Cerca de las 17 comenzó a incrementarse la tensión frente a Plaza de Mayo, cuando entre 30 y 50 personas se acercaron al frente de la Casa de Gobierno con banderas y en medio de un clima, hasta ese momento calmo, pero que presagiaba una escalada ante las antorchas y material que portaban los manifestantes, un núcleo pequeño pero que suele repetir accionares similares en los últimos días.