Así lo señaló el ex director del Banco Central Horacio Liendo. También consideró necesario quitarle ceros al peso.
El ex director del Banco Central Horacio Liendo propuso hoy declarar el curso legal de monedas, principalmente del dólar, para que se esa manera se pueda terminar con el control de cambios. A la vez, consideró necesario quitarle ceros al peso, como se hizo en varios momentos de la historia argentina.
Liendo -quien también fue subsecretario de financiamiento durante la gestión del ex ministro de Economía Domingo Cavallo- reclamó que los argentinos «puedan recurrir a una moneda extranjera para cualquier operación, sin ninguna restricción».
«Hay que declarar el curso legal de las monedas extranjeras, principalmente del dólar y terminar así con el control de cambios», enfatizó el ex funcionario. Y también estimó que «va a llegar el momento en el cual habrá que sacarle ceros a la moneda, sin dudas, porque las transacciones, hoy, no son fáciles».
En declaraciones al programa Esta mañana, que se emite por radio Rivadavia, Liendo resaltó que «hay que tener decisión de cambiar el régimen monetario porque no se puede seguir con parches. Así venimos desde hace 20 años».
En ese sentido, aseguró que es indispensable «sanear al Banco Central, para que sus activos sean líquidos y pueda mantener la estabilidad de pesos».
A su criterio, se necesita «claridad» para llevar adelante una medida de esas características, pero aclaró: «no es solo poder político para lograrlo, porque con eso solo no se puede estabilizar el país. Es lo que pasa con el kirchnerismo».
Liendo señaló además que desde hace 20 años, el Banco Central «fue vaciado por dos caminos: la utilización de la emisión monetaria para financiar el déficit y el uso de las reservas para pagar cuantas del Gobierno, como sucedió con el pago al FMI que hizo el ex presidente Néstor Kirchner».
«Entonces, por un lado le sacan pesos y por otros dólares. Por eso está quebrado y no puede sostener el valor de la moneda, lo cual da impulso a la inflación», concluyó.
Escrito por Gerardo Choren