La definición se hizo esperar hasta la tanda de penales, luego de que empataran 0-0. Allí la victoria fue para el conjunto dirigido por el alemán Jürgen Klopp 6-5.
Liverpool ganó este sábado la FA Cup inglesa tras superar a Chelsea por 6-5 en la serie de penales luego de igualar en cero durante el tiempo regular y el suplementario en Wembley.
El penal del defensor griego Konstantinos Tsimikas fue definitivo tras la falla previa del inglés Mason Mount, que vio cómo el arquero brasileño Alisson le detuvo el disparo.
El conjunto dirigido por el alemán Jürgen Klopp obtuvo la FA Cup luego de 16 años y alcanzó su octava edición en la historia, por lo que empató la línea de Chelsea y Tottenham, a cuatro de Manchester United y seis de Arsenal.
Liverpool impuso las condiciones con el tridente ofensivo compuesto por el colombiano Luis Díaz, el senegalés Sadio Mané y el egipcio Mohamed Salah. La velocidad del sudamericano para ensanchar el ataque fue un verdadero dolor de cabeza para la última línea de Chelsea.
El conjunto londinense sostuvo el resultado solamente por la labor de su arquero senegalés, Edouard Mendy, que intervino con seguridad cada vez que lo necesitaron.
La mala noticia llegó para Liverpool a los 32 minutos cuando Salah -lleva 30 goles en 48 partidos esta temporada- pareció sufrir una lesión en la zona inguinal derecha y debió salir en lugar de Diogo Jota. La duda pasará ahora por si estará el 28 de mayo en la final de la Liga de Campeones contra Real Madrid. Su cara dejó preocupación en los hinchas.
Los minutos pasaron y Chelsea se acomodó en el mediocampo, ocupó mejor los espacios y ya no sufrió tanto como en la primera parte. Lo que le faltó fue contar con mayor peso ofensivo, al dejar demasiado solo al punta belga Romelu Lukaku.
Liverpool hizo todo el desgaste con la misión de abrir el marcador, posibilidad que el palo derecho le negó a un remate del lateral derecho escocés Andrew Robertson a los 40 minutos del complemento.
El tiempo suplementario se caracterizó por la prioridad de cuidar el cero en cada arco y olvidarse de la faz ofensiva, un poco por el temor de perder la final antes de los penales y otro tanto por el cansancio y el desgaste lógico del cierre de la temporada.