El 78% de los estudiantes que finaliza el bootcamp de programación encuentra empleo entre 3 y 6 meses después de graduarse. En Latinoamérica ganan US$1.300.
La demanda constante de profesionales calificados en industria tecnológica generó más de 10.000 nuevos puestos de trabajo en 2023, y la tendencia es que siga creciendo en los próximos años.
Uno de los aspectos salientes del sector es la alta tasa de empleabilidad de los graduados en Argentina, ya que el 78% de los estudiantes encuentra empleo entre 3 y 6 meses después de finalizar el bootcamp, con un tiempo promedio para asegurar un empleo de 61 días.
El origen del término bootcamp viene de la formación militar. Actualmente lo adoptó la tecnología para hacer referencia a un entrenamiento intensivo y de corto plazo, acorde a la cultura del clickbait, la sobreinformación y el cambio constante que son lo que define nuestra sociedad a todos los niveles.
Aunque como en todos los sectores hay despidos, la digitalización avanza y, por esta razón, seguirán siendo necesarios los perfiles especializados y actualizados, y como esta es la necesidad que abordan los bootcamps.
Los perfiles más demandados en el sector tecnológico argentino son:
Desarrolladores de software: Front-end, back-end, full-stack
Científicos de datos: Analistas de datos, ingenieros de datos, científicos de datos
DevOps: Ingenieros DevOps, especialistas en SRE
Especialistas en seguridad informática: Ciberanalistas.
Diseñadores UX/UI: Diseñadores de producto, diseñadores de interfaces
Los roles más populares entre los graduados argentinos incluyen desarrollador FullStack (41%), desarrollador Back-End (12%) y desarrollador Front-End (11%).
Estos puestos reflejan la demanda creciente de habilidades en desarrollo de software en la industria tecnológica.
Además, un 9% de los graduados opta por emprender y crear sus propias startups, lo que contribuye al ecosistema emprendedor y tecnológico del país.
Contrataciones
La dinámica de la contratación tech viene cambiando desde que los bootcamps de programación ofrecen una vía práctica, intensiva y efectiva para aprender las habilidades requeridas por el mercado, lo cual favorece una rápida inserción en el ámbito empresarial.
Gracias a estos programas altamente especializados, los estudiantes pueden centrarse en un área de interés, al tiempo que se convirtieron en una fuente confiable para los reclutadores que buscan talento cualificado para roles específicos en sus equipos.
Las tendencias de empleo y los resultados laborales de los graduados en Argentina y Latinoamérica muestran el impacto de los bootcamps en la inserción laboral y el desarrollo de carreras en tecnología, según surge de un un informe de empleabilidad elaborado por Le Wagon, escuela de tecnología.
En términos de remuneración, en Latinoamérica los graduados perciben un salario promedio de US$ 1,300 al mes en su primer empleo posbootcamp.
Este nivel salarial es significativo, considerando que muchos de los graduados ingresan a la industria tecnológica desde otros sectores con menores niveles de ingreso.
Género
En Argentina, la mayoría de los estudiantes (79%) son hombres, mientras que las mujeres representan el 21%, desequilibrio de género éste que refleja un desafío continuo en la industria tecnológica, donde la inclusión femenina sigue siendo una prioridad.
Si bien se están intensificando los esfuerzos dentro del sector para aumentar la participación de mujeres en los programas tech, todavía queda mucho camino por recorrer.
Asimismo, la distribución por edades de los estudiantes es variada, con mayoría en los grupos de 20-30 y 30-40 años.
Esta diversidad de edades indica que, tanto los recién graduados universitarios como los profesionales en busca de un cambio de carrera, acuden a los bootcamps para reorientar sus trayectorias profesionales hacia el sector tecnológico.
Hay que tener en cuenta que se ofrece una formación intensiva y práctica en un corto período de tiempo, siendo una opción para personas que desean adquirir nuevas habilidades de manera rápida y efectiva.
Además, la metodología de aprendizaje basada en proyectos y la interacción con otros estudiantes fomentan la adaptabilidad y la capacidad de resolución de problemas, habilidades altamente valoradas en el mercado laboral.
Tendencias y perspectivas en Latam
Latinoamérica es un lugar de oportunidades principalmente por su perfil demográfico de jóvenes, su proximidad a Estados Unidos y el idioma.
Sin embargo, estos factores no se están aprovechando todavía; la región está atravesando una fase inicial.
Si fuese superada, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Producto Interno Bruto de América Latina podría crecer entre 2% y 17%.
A nivel regional, el informe destaca la participación de estudiantes de diversos países, incluyendo Argentina, Chile, México, Perú y Colombia, entre otros. Un 11% de los estudiantes no son latinoamericanos.
Los graduados en Latinoamérica encuentran empleo en varias modalidades.
Un 62% asegura empleo a tiempo completo, un 5% trabaja como freelancers y un 9% crea sus propias startups.
Estos datos indican la flexibilidad y adaptabilidad de los programas que preparan a los estudiantes para una variedad de trayectorias profesionales.
Le Wagon consolidó alianzas con organizaciones clave como el Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID), que desempeñan un papel crucial en la financiación y el apoyo a los estudiantes.
Estas colaboraciones permitieron a Le Wagon ofrecer alternativas becas que hacen accesibles sus bootcamps a una audiencia más amplia y vulnerable
En toda Latinoamérica fueron capacitadas personas de Colombia, Perú, Costa Rica, Belize y Haití.