Un informe de la Universidad Metropolitana releva la evolución de los precios en los hogares de los asalariados registrados. Acumuló un 30,4% en los primeros cinco meses del año. Indicó que “hoy es casi un hecho que 2022 será el año más inflacionario desde 1991″
La inflación de los trabajadores asalariados registrados alcanzó el 62% en los últimos 12 meses, mientras que en mayo fue de 5,4%, desacelerándose en 0,2 puntos respecto al registro de abril, según la medición del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD).
De acuerdo a los datos del IET “hoy es casi un hecho que 2022 será el año más inflacionario desde 1991″. En ese marco, señaló que desde ese año la suba de precios no había superado el 60% hasta hora, mientras que en lo últimos 12 meses la inflación marcó 62%.
“En este contexto la recuperación económica puede ponerse en jaque”, advierte el director general del CCD y ex ministro de Educación del actual gobierno, Nicolás Trotta.
Según el relevamiento del IET, se acumuló un 30,4% de aumento general de precios en los primeros cinco meses del año y un 62% en los últimos 12 meses. “Desde 1991 que la inflación interanual no superaba la barrera del 60%”, advirtió.
“Ojalá la revisión favorable del FMI ayude a sumar calma cambiaria y por su intermedio fortalecer un ancla más sólida de los precios”, señaló Trotta al referirse a las perspectivas inflacionarias.
Hoy es casi un hecho que 2022 será el año más inflacionario desde 1991; para que ello no ocurra, la inflación promedio mensual en lo que resta del año debería ser inferior al 2,5 por ciento
Al ampliar su análisis sobre la actualidad Trotta describió que “la desaceleración de mayo contra abril es bienvenida pero no altera sensiblemente el escenario inflacionario presente y futuro. Y en ese contexto la recuperación económica puede ponerse en jaque”.
Los capítulos que más aumentaron
El informe del IET destacó que siete de diez capítulos de la canasta registraron subas mayores al 5% mensual en mayo. Las alzas más acentuadas se produjeron en “Otros bienes y servicios” (+8,6%), debido a subas marcadas en cigarrillos y productos de higiene y tocador, tales como pañales y papel higiénico. En segundo lugar, “Salud” trepó 6,6%, debido, en buena medida, a incrementos en las prepagas.
“Alimentos y bebidas”, el rubro de mayor peso en la canasta, trepó 5,4% en mayo. Para los analistas del IET “más allá de esta leve desaceleración, la inflación interanual de este capítulo continúa siendo muy superior a la media (72,5%, es decir, 10,5 puntos porcentuales por encima del promedio de la canasta)”.
El documento revela que “dentro de Alimentos y Bebidas, las subas más pronunciadas a nivel interanual se dieron en pan y cereales (+95,8%), infusiones (+86,7%), aceites y grasas (+85,4%) y bebidas alcohólicas (+80,2%). Únicamente las frutas tuvieron subas moderadas (+29,8%).
En tanto, las carnes se encarecieron 64% en los últimos doce meses, por encima del promedio de la inflación, pero por debajo del promedio de los alimentos”.
También destaca el documento que “los datos de alta frecuencia de las últimas semanas -que permiten monitorear a nivel diario la inflación de alimentos- muestran que la desaceleración de los precios se dio entre fines de abril y principios de mayo, y que en la segunda quincena de mayo tal desaceleración parece haberse detenido en la franja del 5% mensual”.
“Alimentos y bebidas”, el rubro de mayor peso en la canasta, trepó 5,4% en mayo. Para los analistas del IET “más allá de esta leve desaceleración, la inflación interanual de este capítulo continúa siendo muy superior a la media (72,5%, es decir, 10,5 puntos porcentuales por encima del promedio de la canasta)”
El informe del IET analizó distintos escenarios de inflación para lo que resta de 2022. “Hoy es casi un hecho que 2022 será el año más inflacionario desde 1991; para que ello no ocurra, la inflación promedio mensual en lo que resta del año debería ser inferior al 2,5%, algo que luce improbable dada la elevada inercia existente y la lenta desaceleración de las últimas semanas”, detalló.
Para el coordinador general del IET, Mariano De Miguel, “la mirada positiva valora una nueva desaceleración de la inflación mensual. La negativa da cuenta de su lentitud y de que a este ritmo 2022 será el año con mayor inflación desde 1991. Cerrar el año con 70% de inflación no constituye un escenario optimista, aunque tampoco es el más pesimista”.
La misma mirada se remarca en el documento que advierte que “en un escenario pesimista, en el que la inflación se estabiliza en un 5% mensual, 2022 terminaría con una suba de precios del 83,5%. En un escenario intermedio, en donde la inflación desacelera a la franja del 4% mensual, la inflación de 2022 terminaría en 71,6%. Para que la inflación de 2022 termine debajo del 70%, en los próximos siete meses la suba de precios mensual no debería superar el 3,8%”.