Por: Francesco Ingrassia Alvarado.
En la final de película, Kansas City derrotó 25-22 a San Francisco 49ers y se coronó campeón del Super Bowl LVIII por segunda vez consecutiva.
Con este logro, los Chiefs se consolidan como los dueños de la liga luego de conseguir el tercer título de NFL en 5 años.
En la primera mitad, las cosas finalizaron 10-3 a favor de San Francisco, que lograron abrir el marcador con un tiro de campo y posteriormente un touchdown con tiro adicional.
Tras igualar 19-19 en el tiempo regular, Kansas logró la victoria faltando solo tres segundos para el final con un touchdown de Mecole Hardman, tras una increíble maniobra de Patrick Mahomes.
El mariscal de campo, obtuvo su tercer título de Super Bowl y en todas las oportunidades fue elegido como el MVP de la jornada.
Tras ser los flamantes campeones de este año, los jugadores de Kansas recibirán un importante premio económico: cada uno recibirá una suma de 164 mil dólares, mientras que los subcampeones recibirán unos 89 mil.
El equipo californiano, se quedó a muy poco de conseguir su primer título tras 29 años de sequía.
En un encuentro lleno de celebridades, destacó la presencia de la cantante Taylor Swift, quien tras estar en su gira en Japón, acudió al evento para apoyar a su novio Travis Kelce, flamante campeón de los Chiefs. Ambos compartieron un momento muy emotivo tras la consagración.
Esta final se considera como el evento deportivo de mayor importancia en los Estados Unidos, y es por ello que siempre acuden grandes artistas y bandas a interpretar su música. Los Rolling Stones y Madonna son dos ejemplos. Este año fue el turno del rapero Usher.
Tal es la magnitud de este evento, que las entradas de menor costo rondaban en los 5700 dólares y las más costosas llegaron a costar casi 200 mil dólares. Fue llevado a cabo en Las Vegas y se estima que aproximadamente unas 300 mil personas acudieron a la ciudad en esta última semana gracias a este tan esperado partido, dejando entre 600 y 700 millones de dólares a la economía local.