Javier Milei repasó las medidas económicas y políticas del primer año

En su primer aniversario, el presidente Javier Milei destacó logros económicos y un futuro esperanzador para Argentina. Repasamos sus 10 frases más impactantes.

En el marco de la cadena nacional por el primer aniversario de su gobierno, el presidente Javier Milei brindó un discurso en el que destacó logros económicos, agradeció a los argentinos por su sacrificio y trazó un panorama esperanzador para el futuro del país. A continuación, repasamos las 10 frases más destacadas de su alocución:

«Gracias por haberme dado el honor de ser el presidente de esta gran nación y gracias por haber sobrellevado los meses duros que tuvimos al comienzo.»
«El sacrificio que han hecho es conmovedor, les aseguro que no será en vano.»
«Estamos saliendo del desierto: la recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer.»
«Hace exactamente un año, la tasa de inflación viajaba a un ritmo del 17.000% anualizado, hoy ese índice de precios mayorista marcó un 1,2%.»
«Hoy hemos logrado un superávit fiscal sostenido, libre de default, por primera vez en los últimos 123 años.»
«La brecha cambiaria está prácticamente muerta y el dólar libre se encuentra al mismo valor que hace un año.»
«Hoy tenemos un salario básico promedio que creció de 300 dólares a 1.100 dólares.»
«Estamos eliminando las regulaciones que le complicaban la vida a todos y ahuyentaban cualquier tipo de inversión.»
«Hoy la sociedad está demostrando que su compromiso con el cambio no fue un capricho momentáneo, sino una convicción inquebrantable.»
«Vamos a poner sobre la mesa una agenda de reformas profundas para que la sociedad elija legalmente qué país quiere.»


A lo largo de su discurso, Milei ratificó su compromiso con las reformas estructurales y subrayó que el camino hacia un futuro próspero para la Argentina está en marcha.

El mensaje
El mandatario remarcó que «se viene la motosierra profunda» para ahondar el achicamiento del Estado. «Vamos a hacer una auditoría inclemente para avanzar con la reducción del gasto público más profunda de la historia argentina, que nos legará un Estado más chico, más efectivo, y más barato para todos los pagadores de impuestos», detalló.

Y completó: «Continuaremos eliminando organismos, secretarías, subsecretarías, empresas públicas y todo estamento del estado que no debería existir. Cada atribución o tarea que no corresponda a lo que se supone que tiene que hacer el Estado nacional será eliminada», describió.

Resaltó así que en el año de las elecciones legislastivas profundizará su «programa de ajuste», a diferencia del resto de los gobiernos que, en esas ocasiones, «se dedican a aumentar el gasto público».

«Vamos a hacer una reforma impositiva, una reforma previsional, una verdadera reforma laboral; una reforma a las leyes de seguridad nacional, una profunda reforma penal, una reforma política, y otras tantas reformas que el país se debe hace décadas», detalló. Además, señaló que su administración encarará una «reducción de impuestos explícitos» que disminuirá «en un 90 por ciento la cantidad de impuestos nacionales».

También anticipó que se pondrá en marcha un «esquema de competencia» para que «todos los argentinos puedan utilizar la moneda que quieran en sus transacciones cotidianas».

«Esto quiere decir que desde ahora, cada argentino va a poder comprar, vender y facturar en dólares, o en la moneda que considere; exceptuando el pago de impuestos que por ahora seguirá siendo en pesos», aclaró.

Y adelantó que se buscará un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, al anticipar que impulsará reformas para que los países del Mercosur tengan «autonomía» con el resto del mundo.

De ese modo apuntará en el Mercosur a «eliminar las trabas arancelarias que dificultan el libre comercio interno dentro del Mercosur y reducir el arancel externo común que nos encarece la vida a todos sin ningún beneficio en contraprestación», anticipó. El mandatario también señaló que su gestión «vino a terminar con el régimen de privilegio que convirtió a los argentinos de bien en ciudadanos de segunda», por lo que, dijo, «llegó la hora del hombre común».