El juez aseguró que el acusado ya no tiene la misma tranquilidad que al inicio de la investigación y que hoy las sospechas sobre él se refuerzan. Por su parte, la familia de Agustina solicitó que haya justicia y se aplique la ley.
Esta mañana se realizó una audiencia para revisar la medida cautelar que recae sobre Pablo Parra, acusado de ser el autor del femicidio de Agustina Fernández. La justicia confirmó la prisión preventiva impuesta por el término de seis meses.
La audiencia fue solicitada por la defensa para tratar de revertir la detención impuesta el 23 de diciembre pasado por la jueza de Garantías, Agustina Bagniole. En ese contexto, el defensor cuestionó ante el juez de revisión Guillermo Baquero Lazcano, los argumentos que fundamentaron la medida cautelar fijada por el término de seis meses.
Durante aquella audiencia realizada en diciembre Bagniole determinó que hay indicios suficientes para sostener que Parra fue el autor del femicidio y que en caso de que el acusado continué el proceso en libertad existen riesgos procesales de obstaculizar la investigación y de fugarse. En base a esos argumentos confirmó la prisión preventiva.
Hoy el abogado de Parra, Juan Manuel Coto solicitó que revirtieran la medida, ya que aseguró que no existen riesgos procesales de obstaculizar la investigación y de fugarse. Además, afirmó que no está completamente probado que el imputado haya sido el autor del crimen, tampoco que haya ingresado por el alambrado lindero a la casa.
En la audiencia participaron los fiscales Santiago Márquez Gauna y Martín Pezzetta y el equipo de querellantes, integrado por Emanuel Roa Moreno y Damián Moreyra, el juez de turno Guillermo Baquero Lazcano. También, estuvieron presentes los padres de Agustina, Silvana Cappello y Mariano Fernández.
El cuestionamiento de la defensa de Parra
Coto indicó que «la investigación comenzó el 2 de julio cuando Parra encontró a Agustina. Ese hallazgo se produjo su departamento. Ahora hay que determinar quién fue el autor del hecho».
Según el defensor hay dos teorías: una que se refiere a un robo que sufrió Parra y otra que la agresión se produjo en un contexto de violencia de género. Manifestó que se avanzó solo en la segunda línea de investigación, pero que no está demostrado que Parra es el autor del crimen. También volvió a cuestionar la evidencia presentada por la fiscalía y la querella.
En este punto, reiteró que “la evidencia presenta rastros de ADN de dos personas, una de ellas es del imputado, otra de una trabajadora policial que no habría participado en el procedimiento en cual se llevó a cabo el secuestro. En base a ese hallazgo la fiscalía entiende que se demuestra que él ingresó a su casa a través del patio para simular un robo, pero esta situación no está completamente probada”.
La colaboración de Parra
Coto sostuvo que Parra fue colaborativo en la investigación. «No sólo insistió a que se llamen a las autoridades el día que ocurrió el crimen, sino que brindó entrevistas, se prestó voluntario a exámenes médicos, se extrajo hisopados para cotejos de ADN. Fue testigo y partícipe de los procedimientos, en agosto entregó su vehículo, el mismo secuestraron en último allanamiento. Desde el inicio de la investigación, por seis meses la conducta fue buena, y la jueza no valoró eso”, expresó.
También se refirió a que a diferencia de otros detenidos pasó los seis meses que duró la investigación en libertad y no hubo fuga.
En contraposición a esa afirmación, la fiscalía enfatizó en que todo ese accionar sólo fue desplegado por el imputado para tratar de desviar la investigación. “Existe prueba de que al momento del hecho el imputado estaba presente en el lugar y en condiciones de cometerlo”, remarcó el fiscal, y aseguró que la conducta desplegada por el imputado durante estos seis meses fue para sostener un robo que no existió”.
El fiscal Pezzetta advirtió “no hay que olvidar que sobre Parra hoy pesa una acusación, su condición cambió totalmente. Ese comportamiento que la defensa dice que estuvo a derecho hoy cambió. La libertad de Parra perjudica la investigación y los testigos tienen temor de que eso suceda”.
Además, Pezzeta señaló que la jueza de Garantías valoró el comportamiento que Parra tuvo desde el primer momento. Manifestó que “es importante considerar el contexto en el que ocurrieron los hechos. Él se aseguró que Agustina estuviera en el departamento, la invitó a cenar, se fue y la dejó sola”.
«El desenlace fue el descargo de Parra por el rechazo de Agustina. Tenía una obsesión con Agustina, hay evidencia que lo ubican a 300 metros de donde ocurrió el hecho y que la colaboración de Parra fue para que pudiera reafirmar su coartada. La jueza valoró la conducta que tuvo desde el primer momento al intentar desviar la investigación. La excusa de ir a donde sus padres, la denuncia que realizó en la comisaría afirmando que sufrió un robo, de dólares y su celular, fueron para desviar la investigación. Eso no sucedió y está probado”, exclamó.
Los abogados querellantes manifestaron que sí continúa en libertad va tener acceso a los datos de los testigos, incluso una ex pareja de Parra. Indicaron que la familia espera protección hasta llegar al juicio. “Ellos quieren justicia”, remarcó el abogado Moreyra.
Confirman la prisión preventiva
El juez Guillermo Baquero decidió confirmar la prisión preventiva con los dos riesgos procesales. Aseguró que «ponerlo en libertad en este contexto atenta al sentido común y facilitaría lo que venía haciendo antes, además sería un cachetazo a los padres». El juez manifestó que hay provincias que se abusan de la prisión preventiva, pero que no es el caso de Río Negro.
Para confirmar la detención el juez de revisión compartió los argumentos de la fiscalía y la parte querellante. Consideró que «la fiscalía cuenta con suficientes evidencias para poder darle un fundamento serio a una presunción de culpabilidad”.
Afirmó: “el sacrificio de la libertad que implica la prisión preventiva es razonable, en tanto y en cuanto será acotado a los meses que demande realizar el juicio. Y es razonable a los efectos de poder hacer efectivos los derechos de la víctima. Hacer lo contrario sería cometer una grave injusticia”.
Destacó también la necesidad de garantizar tranquilidad a los y las testigos, especialmente de las amigas de la víctima, para que puedan declarar sin temor en el futuro juicio.
El juez argumentó que «hasta ahora Parra gozaba de cierta tranquilidad, porque con el correr de los días y los meses podía sentir que se iban debilitando las sospechas sobre él. Pero esa tranquilidad ya no la tiene. Hoy tiene una seria acusación de la cual preocuparse. Y esa preocupación, en el plano jurídico y objetivo, con una perspectiva de prisión perpetua, hace que resulte básica y elemental la tentación de escaparse”.
El pedido de la familia de Agustina
Durante la audiencia la familia de Agustina hizo uso de la palabra. Su padre Mariano Fernández aseguró: “esto es nuevo para nosotros y es difícil escuchar lo que le pasó a Agustina”. También se refirió a los argumentos presentados por la defensa de Parra: “hay un montón de argumentos que son válidos, pero no olvidemos que él tiene parientes en la justicia y en otros países limítrofes. No olvidemos el poder adquisitivo que tiene, hay que ver con dos sueldos hasta dónde puede llegar”.
Por su parte Silvana Cappello expresó: “hoy Agustina no tiene voz, no tiene la forma de defenderse, por lo tanto, solo voy a pedir que se aplique la ley”.
Hoy se cumplen seis meses del feroz ataque a la joven estudiante de medicina. Según la teoría de la fiscalia y la querella hay pruebas científicas que ubican al sospechoso en el lugar de los hechos.