Aseguró que su Ejército está combatiendo en Ucrania para defender a la «patria» contra una «amenaza inaceptable» que representa su vecino apoyado por Occidente, y pidió que el planeta haga todo lo posible para evitar «el horror de una nueva guerra mundial».
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró este lunes al conmemorar la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en 1945 que su Ejército está combatiendo en Ucrania para defender a la «patria» contra una «amenaza inaceptable» que representa su vecino apoyado por Occidente, y pidió que el planeta haga todo lo posible para evitar «el horror de una nueva guerra mundial».
«Me dirijo a nuestras fuerzas armadas: ustedes luchan por la patria, por su futuro», afirmó el mandatario ante miles de soldados en un breve discurso en el tradicional desfile militar del 9 de mayo en la plaza Roja de Moscú, que conmemora la victoria soviética ante el nazismo.
Respecto de su decisión de enviar las tropas a Ucrania el 24 de febrero, reiteró que las autoridades ucranianas preparaban un ataque contra los separatistas prorrusos en el este del país, querían hacerse con la bomba atómica y recibían el apoyo de la OTAN, una grave amenaza para Rusia.
«Se estaba formando una amenaza totalmente inaceptable, directamente en nuestras fronteras», dijo Putin, acusando de nuevo al país vecino de neonazi y calificando la ofensiva de «respuesta preventiva» y como «única buena decisión», reseñó la agencias de noticias AFP.
«Habíamos presenciado el despliegue de infraestructuras bélicas, el incipiente trabajo de centenares de asesores extranjeros y los suministros regulares de las armas más modernas de la OTAN. El peligro iba en aumento día tras día. Rusia repelió la agresión de forma preventiva, fue una decisión forzosa, oportuna y la única correcta, la decisión de una nación soberana, independiente y fuerte», manifestó.
El mandatario ruso acusó a los países de la OTAN de haber desatendido las iniciativas de Moscú.
Según Putin, «se venía preparando otra operación punitiva en la región del Donbass (en el este ucraniano), una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea».
Durante su intervención, que coincidió con el día 75 de la invasión militar en Ucrania, afirmó que las tropas rusas y las milicias del Donbass están «combatiendo por la patria, por su futuro, por que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial y en el mundo no haya cabida para verdugos, torturados y nazis».
El presidente ruso prometió apoyo a las familias de soldados y oficiales muertos en el transcurso de la operación militar.
«El Estado, las regiones, las empresas y las organizaciones sociales lo harán todo para cuidar y ayudar a estas familias. Brindaremos un apoyo especial a los hijos de camaradas muertos y heridos. Hoy se ha firmado un decreto presidencial a estos efectos», aseguró.
Tras el discurso, interrumpido por un minuto de silencio en homenaje a los caídos, empezó el desfile de las tropas.
En la ceremonia del Día de la Victoria rindieron los honores unos 11.000 efectivos agrupados en 33 formaciones de gala pedestres y una columna mecanizada de 131 piezas de armamento histórico y moderno, detalló la agencia de noticias Sputnik.
Entre los efectivos que desfilaron por la Plaza Roja había participantes de la operación militar que Rusia lleva a cabo en Ucrania desde el 24 de febrero pasado.
Debido al mal tiempo se canceló a última hora una exhibición aérea que iba a culminar el evento.
En un principio estaba previsto implicar en esa exhibición 77 aeronaves, entre ellas el llamado ‘avión del juicio final’ ‒un Ilyushin IL-80 cuya función es servir de puesto de mando aéreo en caso de guerra nuclear‒, el helicóptero Mi-26, considerado como el más grande del mundo, y ocho cazas MiG-29 alineados en forma de Z, el emblema de la operación militar rusa en Ucrania.
Para Rusia y la mayoría de otros países postsoviéticos, la Gran Guerra Patria abarca el período entre la invasión alemana de la URSS, que comenzó el 22 de junio de 1941, y la segunda acta de capitulación militar incondicional del régimen nazi que se firmó a las afueras de Berlín cuando en Moscú ya era la una de la madrugada del 9 de mayo de 1945.
El comandante del Ejército de Tierra, Oleg Saliukov, fue el encargado de capitanear el ceremonial, mientras que el titular de Defensa ruso, Serguei Shoigu, pasó revista a las tropas.