Se elevó a 34 el número de victimas desde la destitución de Pedro Castillo. Los peores incidentes se produjeron en Puno, en la frontera con Bolivia.
Al menos 12 personas murieron y otras 38 resultaron heridas el en la región peruana de Puno, frontera con Bolivia, informó el lunes el Ministerio de Salud del país, en una nueva ola de protestas exigiendo elecciones anticipadas y la liberación del encarcelado expresidente izquierdista Pedro Castillo.
Con ello, el número de víctimas fatales en choques con las fuerzas de seguridad aumentó a 34 desde diciembre, tras la expulsión y arresto de Castillo, que intentó disolver de forma ilegal el Congreso y reorganizar el Poder Judicial.
Otras seis personas han fallecido en accidentes de tránsito vinculados a bloqueos durante protestas, según datos oficiales.
Los manifestantes exigen además la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, el cambio de la Constitución y la liberación de Castillo, que cumple una prisión preventiva de 18 meses acusado de «rebelión», que él exmandatario niega.
«Solicitamos a las fuerzas del orden hacer un uso legal, necesario y proporcional de la fuerza y exhortamos a la fiscalía a realizar una investigación célere que permita esclarecer los hechos», dijo la Defensoría del Pueblo por Twitter.
En la peor jornada de protestas por el mayor número de víctimas en un día, la oficina de la defensoría había dicho horas antes que un recién nacido había muerto mientras era trasladado de la ciudad de Yunguyo, en Puno, a un hospital local en ambulancia, que se retrasó debido a un bloqueo de carretera.
El director regional de salud de Puno, Ismael Cornejo, dijo a la radio local RPP que algunas de las víctimas fatales y los heridos en la región tenían impactos de bala en el cuerpo.
La policía y las fuerzas de seguridad han sido acusadas por grupos de derechos humanos de usar armas de fuego mortales y lanzar bombas de humo desde helicópteros. El Ejército dice, por su parte, que los manifestantes, usan armas y explosivos caseros
En Juliaca, Puno, un testigo de Reuters grabó imágenes de disparos y humo en las calles mientras los manifestantes se cubrían detrás de grandes placas de metal y señales de tránsito y arrojaban piedras a la policía con hondas improvisadas.
Otras imágenes del testigo mostraban a personas haciendo una reanimación cardiopulmonar a un hombre que yacía inmóvil en el suelo con un suéter manchado de sangre; y otros heridos graves en la sala de espera de un hospital lleno de gente.
Boluarte: «No está en mis manos»
Las protestas sociales se reactivaron la semana pasada tras una pausa por las fiestas de fin de año, y se concentran ahora en la región de Puno con bloqueos de vías y del comercio hacia el país vecino. Desde la reanudación de las manifestaciones se había reportado graves enfrentamientos con la policía luego de que manifestantes intentaron tomar el aeropuerto de la ciudad.
La presidenta Boluarte afirmó en Palacio de Gobierno, poco antes de conocerse públicamente las nueve muertes, que no estaba claro lo que estaban reclamando en Puno, donde las protestas estaban siendo lideradas por grupos indígenas.
«Ya les expliqué que los cuatro puntos políticos (que se pide) no están en mis manos. Lo único que estaba en mis manos que es el adelanto de elecciones ya lo propusimos», afirmó.
A iniciativa de Boluarte, el Congreso dio en diciembre un primer paso para adelantar dos años las elecciones generales, en abril del 2024. La propuesta debe ser refrendada con una segunda votación prevista para febrero o marzo.
«Lo que están ustedes pidiendo es pretexto para seguir generando el caos en las ciudades, los llamo a la reflexión hermanos y hermanas», manifestó la presidenta en un discurso antes de una reunión con diferentes instituciones del país.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció que realizará una visita a Perú del miércoles al viernes de esta semana, recorriendo Lima y otras ciudades para evaluar la situación en el país sudamericano.
Más temprano, el Gobierno peruano anunció que prohibió el ingreso al país de nueve ciudadanos bolivianos, incluyendo al expresidente izquierdista Evo Morales, un férreo defensor del destituido Castillo y critico de Boluarte.
La semana pasada el ministro de Defensa de Perú, Jorge Chávez, afirmó que según reportes de inteligencia se había detectado el ingreso al país de extranjeros que estarían azuzando las protestas con planes «separatistas».
(Reporte Marco Aquino, Gabriel Araujo y Alexander Villegas; y Hugo Courotto en la ciudad de Juliaca. Editado por Marion Giraldo, Reuters)