La funcionaria renunció con críticas a la gestión del Gobierno Nacional. «Se dejó de escuchar allí donde más se debe hacerlo”, expresó.
Victoria Donda confirmó hoy su renuncia al cargo de titular del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), puesto que ocupaba desde la asunción de Alberto Fernández.
La exdiputada lo anunció a través de un comunicado con críticas al Gobierno Nacional. «Hoy redacto estas líneas alejándome de mi rol institucional como titular del INADI, justamente convencida de que se dejó de escuchar allí donde más se debe hacerlo», expresó.
Donda era una de las pocas funcionarias que se mantenía desde el comienzo de la gestión de Alberto Fernández. Incluso fue ratificada cuando su exempleada doméstica la denunció por pagos en negro.
«Agravando fuertemente lo anterior, por el hecho de ser mujer y no encontrar en el gobierno nacional espacio legítimo para que nuestras voces sean debidamente escuchadas, hace pocos minutos me enteré a través de Juan Manuel Olmos, jefe de Asesores de la Presidencia, sobre la posibilidad de mi corrimiento del INADI, centralmente como consecuencia –según me informaron– de mi posicionamiento político respecto a la etapa actual, elemento que hice visible en reiteradas ocasiones en mi discurso público”, continuó en su descargo.
«Se dejó de escuchar a las voces que desde hace tiempo largo venimos insistiendo en la necesidad de establecer instancias para llegar a una síntesis necesaria en medio de una gestión nacional que cada vez nos fue dejando con más sabor amargo y sin capacidad de respuesta a demandas crecientes y complejas para una sociedad que espera más de nosotros”, afirmó.
Además, aseguró que el gobierno actual la fue «desilusionando al alejarse de la que creí era su esencia más íntima -mejorar las condiciones materiales y simbólicas de los millones que nos votaron llenos de esperanzas en 2019″.
En contrapartida, elogió a Cristina Kirchner al decir que es «una persona de carne y hueso, totalmente decidida a desarrollar su praxis política sin cuotas de rencor y depositaria de un atributo sustancial: escuchar”.