En comparación con las poblaciones asentadas posteriormente, los primeros humanos en realidad tenían pocos hijos, pues debían mantener su estilo de vida nómada.
Hacia el 10.000 a.C., con la introducción de la agricultura, llegó el primer gran salto demográfico.
De unos 6 millones en el año 10.000 a.C., la población mundial pasó a 100 millones en el año 2.000 a.C. y a 250 millones en el siglo I d.C.
Uno de los pocos acontecimientos que han provocado un descenso temporal en la población fue la llegada de la peste negra en la Edad Media.
En tan solo ocho años, la enfermedad acabó con hasta el 60 % de la población de Europa, Oriente Medio y el norte de África.
A partir del siglo XIX la población se disparó, en gran parte por el desarrollo de la medicina moderna y la industrialización de la agricultura, que impulsó el suministro mundial de alimentos.
Desde 1800, la población mundial se ha multiplicado por ocho, pasando de unos mil millones hasta llegar a los 8 mil millones en noviembre de 2022. El desarrollo de las vacunas ha sido clave, sobre todo la vacuna contra la viruela.