El multimillonario, gran defensor de las criptomonedas, se deshizo de la mayor parte de los Bitcoin de Tesla en abril, sin hacerlo público y reduciendo sus pérdidas a 100 millones.
Cuando Elon Musk invirtió 1.500 millones de dólares de Tesla en Bitcoin aseguró que no lo hacía para especular, sino porque confiaba en el futuro de esta criptomoneda. “Definitivamente no creo en vender cuando suba el precio y ni nada por el estilo. Me gustaría que Bitcoin tuviera éxito”, afirmó. Al final, eso es exactamente lo que ha hecho: vender una parte cuando su valor se multiplicó y salir de Bitcoin en cuanto su depreciación amenazó con hacerle perder mucho dinero.
Este último movimiento se produjo sin ninguna comunicación pública. Ha aparecido varios meses después en las cuentas de la compañía referentes al segundo trimestre del año, que la compañía está obligada a publicar al ser una cotizada. Tanto Musk, CEO de Tesla y ferviente defensor del futuro de las criptomonedas, como la propia empresa, han mantenido la operación en secreto hasta ahora a pesar de que la venta se produjo en abril, cuando el Bitcoin cayó por debajo del precio al que la compañía los había adquirido, que no ha vuelto a recuperar.
La falta de publicidad de la operación de venta contrasta con la promoción que Musk y Tesla hicieron de su movimiento de compra. Cuando el multimillonario anunció su inversión de 1.500 millones de dólares en Bitcoin en febrero de 2021, impulsó a la criptomoneda al que entonces era su máximo valor histórico, unos 45.000 dólares. Después lo batiría repetidamente hasta alcanzar los 69.000 dólares en noviembre. En ese período la compañía fue transformando Bitcoin en dinero fiat y apuntándose beneficios. Al cierre de 2021, su balance reflejó que poseía todavía unos 1.260 millones de dólares en Bitcoin provenientes de su inversión inicial.
Sin embargo, a partir de abril el Bitcoin empezó a caer de manera sostenida y con él arrastró a todo el sector cripto. Según las cuentas presentadas de su segundo trimestre este miércoles por Tesla, la compañía se deshizo del grueso de su inversión en Bitcoin cuanto el precio rebajó el umbral al que había comprado. Vendió 1.043 millones de dólares en Bitcoin y se ha apuntado unos 936 millones en dinero fiat, consiguiendo contener sus pérdidas a unos 107 millones de dólares.
Desde entonces, el Bitcoin ha continuado su desplome y ha puesto en jaque a las empresas de criptomonedas, que han declarado corralitos o han quebrado. Cientos de miles de inversores que no salieron a tiempo se enfrentan a pérdidas o a la posibilidad de tener que mantener sus inversiones en cripto durante períodos de tiempo muy largos. El sector lo denomina “criptoinvierno” y algunas estimaciones contemplan que dure varios años.
En la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados, Musk ha asegurado que la venta de la criptomoneda es una consecuencia del coronavirus. “La razón por la que vendimos un montón de nuestras reservas de Bitcoin fue que no estábamos seguros de cuándo se aliviarían los bloqueos del COVID-19 en China, por lo que era importante para nosotros maximizar nuestra posición de efectivo”, ha manifestado a preguntas de los inversores.
Según sus cuentas, a Tesla le quedan unos 213 millones de dólares en Bitcoin procedentes de la inversión de 1.500 millones que hizo en febrero de 2021. Sobre ellos, Musk ha afirmado que su compañía está “ciertamente abierta a aumentar nuestras reservas de Bitcoin en el futuro”.
Tesla multiplica beneficios pero pierde margen
Más allá de sus movimientos con Bitcoin, el fabricante de coches eléctricos consiguió multiplicar sus beneficios en el segundo trimestre. Ganó un 42% más que en los tres meses anteriores y un 253% más que en el mismo período de 2021, lo que equivale a 5.577 millones de dólares después de impuestos.
En los seis primeros meses de 2022 Tesla vendió coches y servicios relacionados por 31.463 millones, que supusieron el 88% de sus ingresos. El resto proviene de la generación y almacenamiento de energía de sus plantas eléctricas.
En total, el fabricante produjo 563.987 vehículos “a pesar de los continuos retos de la cadena de suministro y los cierres de fábricas que escapan a nuestro control. Junio de 2022 fue el mes de mayor producción de vehículos en la historia de Tesla”, presume. No obstante, su margen de beneficio por cada coche cayó del 32,9% del pasado trimestre al 27,9% del segundo. La inflación y la creciente demanda de baterías para coches supondrán un reto cada vez mayor en el futuro, reconoce la compañía.
Tesla comunicó a su vez que la planta de montaje de Berlín alcanzó en junio un ritmo de producción de 1.000 vehículos a la semana, y que la “gigafactoría”, de Texas, Tesla empezó a entregar a los primeros vehículos con baterías de última generación. Por último, Musk adelantó que la empresa podría estar preparada para comercializar su nueva camioneta eléctrica, un pick-up al que denomina Cybertruck, a mediados de 2023.