El presidente Milei había asegurado que venía una recuperación del sueldo de bolsillo.
La suba de salarios alcanzó el 8,3% en mayo último y duplicó al costo de vida de ese mes, lo que indicaría que puede haber comenzaron un ciclo de recuperación del poder adquisitivo, que fue muy golpeada por la escalada de precios en el inicio del año.
Según el INDEC, el Índice de salarios se incrementó 8,3% mensual y 216% interanual. En tanto, la inflación de mayo había sido del 4,2%.
El indicador acumula una suba de 73,6% respecto de diciembre previo.
El crecimiento mensual se debió a subas de 7,7% en el sector privado registrado, 8,3% en el sector público y 11,8% en el sector privado no registrado.
En términos interanuales, el Índice de salarios mostró una suba de 216%, como consecuencia de los incrementos del 246% en el sector privado registrado, 192,5% en el sector público y 155,2%
en el sector privado no registrado.
Así, la mejora en los sueldos bajo convenio experimenta un crecimiento muy superior al que tiene el Estado.
Además, el trabajo en negro, que representa alrededor del 35% del empleo, recibió mejoras de ingresos muy inferiores, de apenas 155%.
Para mayo, el Índice de salarios acumula una suba de 73,6% respecto de diciembre del año previo, debido a subas de 81,5% en el sector privado registrado, 66,7% en el sector público y 55,5% en el sector privado no registrado.
Para Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, «esta vez, la brecha entre la suba de los salarios y el IPC superó los 4 puntos, dando cuenta de una aceleración en la mejor del poder adquisitivo.
Con esto, el dato de INDEC confirmó lo que ya habían adelantado los indicadores de la Secretaría de Trabajo.
“La baja del impuesto inflacionario, que ha sido el principal logro del gobierno en el primer semestre del año, es un alivio que impacta de lleno sobre el poder adquisitivo de las familias, en especial de los de menores ingresos o que trabajan en la informalidad”, destacó Marí.
Dijo que uno de los datos más importantes es que todos los componentes del índice de salarios estuvieron por encima del IPC, incluyendo los no registrados.
Justamente estos trabajadores fueron los más afectados por la brusca aceleración de la inflación que hubo en 2022 y 2023, período en que sus salarios perdieron 41% de su poder adquisitivo.
Ahora, con la inflación bajando, empiezan a recuperar el terreno perdido, señaló Marí.