En los últimos días Diego Alba oficializó en sus redes sociales que dejó de ser el entrenador de Ferro Carril Oeste de General Pico y seguirá su trabajo como DT fuera de la provincia. Con su salida también deja atrás su lugar al mando de la selección juvenil masculina de La Pampa, con la que jugó tres torneos de manera consecutiva y se consagró campeón en todos.
“El proceso de selección debe ser una de las cosas lindas que me pasaron en mi paso por La Pampa, fueron tres años maravillosos, con tres torneos jugados y tres ganados; con una camada de jugadores que se formó genuinamente en los clubes de la provincia y que se brindaron de la mejor manera. Pasaron entre 40 y 50 jugadores que año a año encaraban la preparación de distinta manera, en principio con una metodología que era nueva para ellos y que la adaptaron muy bien, y con un estilo de juego que lo desplegaron en su máxima expresión”, destacó Alba al hacer un balance del proceso que incluyó las coronas en los Juegos Epade de La Pampa 2021 (invicto) y los de la Araucanía en Chile 2022 y en Río Negro 2023 (invicto).
“Sólo puedo decir que fueron unos chicos maravillosos, con unos cuerpos técnicos muy buenos y con un básquet muy lindo como el que jugaron. Creo que fueron el mejor equipo en cada torneo y con un trabajo de la Subsecretaría de Deportes de la Pampa, a la cabeza de Ceferino Almudévar, que nos brindó todas las posibilidades para trabajar de la mejor manera y que nos acompañaron muy bien en los tres procesos. Por eso me cuesta dejar el lugar pero creo que es el momento para que otro tome la posta y continué trabajando de la misma manera porque sin dudas que es la forma de llegar bien arriba”, completó el DT en charla con Prensa de la Fepamba.
Alba, nacido hace 43 años en la ciudad cordobesa de Almafuerte, llegó como jugador a Independiente de Pico en 1997 y luego tuvo una extensa carrera profesional por distintos clubes de la Liga Nacional además de jugar en selecciones juveniles y en una mayor de la Argentina. En 2018 desembarcó en Ferro y se retiró en 2021, cuando ya dirigía en las formativas del Verdolaga.
Se sumó al cuerpo técnico que lideraba Pablo Wenderbourg en el torneo Federal y en 2022 pasó a ser el entrenador principal: llegó a las semifinales de ese certamen nacional en 2023 (fue eliminado por Unión de Mar del Plata, que luego ascendió a la Liga Argentina) y este año en cuartos de final, ante Regatas de San Nicolás. En 2022 fue campeón del Torneo Provincial en Primera al vencer en la final a Estudiantes de Santa Rosa.
Proyecto verde.
“Al ciclo en Ferro lo cierro contento por haber cumplido el proyecto durante estos siete años, pudimos llevar a cabo lo que planeamos en 2017 con el inicio de Ferro Básquet, y por otro lado con tristeza por dejar un club que me dio todo y al que yo también le di todo, con gente impresionante desde los dirigentes, los colaboradores, los jugadores, los compañeros de equipos, de cuerpos técnicos; con juveniles del club que arrancaron en mini y que se desarrollaron y hoy juegan en Primera. Feliz de haber marcado un camino y darle un puntapié inicial a un proyecto que tiene un largo camino por recorrer”, sintetizó Alba, padre de Lola y Sofía y que por estas horas define las distintas ofertas (en el país y en el extranjero) que le acercaron para seguir su trabajo como entrenador.
-¿Qué análisis hacés de la actualidad del básquet provincial?
-Me parece que se puede dividir en tres partes: por un lado el básquet profesional, que está muy bien representado con Ferro, Pico Football, Independiente y All Boys en los distintos torneos nacionales, creo que en ese sentido se trabaja muy bien. En el torneo Provincial creo que hay cosas que se deberían mejorar, sobre todo para brindarles mejores herramientas a los chicos para que se puedan desarrollar y competir mejor. Y por otro lado el mini básquet, que es la clave del funcionamiento de toda la estructura, es la base; y creo que hay muy buenos entrenadores y coordinadores del mini y eso hay que apuntalarlo.