«Ahí tengo amigos para toda la vida, tanto en Santa Rosa como en Pico, pasé años hermosos y si se da una oportunidad de hacer algún proyecto sería espectacular”, dice Andrés Del Sol al unir su pasado como jugador y su presente como entrenador. Conocido por todo el ambiente como “Tati”, sus días transcurren hoy en Puerto Madryn, en donde trabajó por mucho tiempo en distintos clubes y proyectos, desde el mini básquet hasta la Primera en el torneo Federal.
Del Sol, bahiense con 51 años recién cumplidos, estuvo a lo largo de 17 temporadas en las máximas categorías del básquet criollo, tanto en la Liga Nacional como en el ex torneo de Ascenso, el TNA. Compartió equipos y se enfrentó a muchos de los mejores jugadores de los ‘90 y de mediados de los 2000. Y con las camisetas de Estudiantes y de Pico FBC dejó una enorme huella gracias a su calidad, a su enorme y carismático liderazgo y a su protagonismo pasional dentro y fuera de la cancha.
La semana pasada, Del Sol no llegó a un acuerdo con la dirigencia de Deportivo Madryn y por eso ahora busca nuevas oportunidades. Y no descarta afrontar un proyecto de algún club pampeano que se interese en su trabajo.
“Fueron 13 años dirigiendo en Madryn, primero en Ferrocarril Patagónico, un club que directamente no tenía básquet y en el que pude armar todo un laburo desde escuelita, se armaron todas las categorías y disputamos dos federales seguidos (en 2017 enfrentó a All Boys de Santa Rosa con un equipo que tenía al ex selección Román González y a Bruno Oprandi). Fue algo muy lindo pero se cortó porque el presidente del club, que me acompañaba en todo, se fue a trabajar a la agencia Chubut Deportes”, recordó Tati en una charla con Prensa de la Federación Pampeana de Básquet (Fepamba).
“En ese momento me contrató Deportivo Madryn y fue un ciclo corto de tres años, muy exitoso en el que fui el coordinador y la cabeza de todo un equipo de trabajo, con dos profes que trabajaban conmigo. Dirigía la Primera, los U-17 y los U-15 y nos hicimos cargo del mini, premini y escuelita. En el segundo año me sacaron dos categorías, U-15 y U-17, y este año sólo me ofrecen el mini. La verdad que me queda corto en lo económico y en lo deportivo. Venimos de ser pentacampeones con Primera en el torneo local, que es un certamen muy lindo con siete equipos que se divide en dos semestres y en el que los clubes se refuerzan mucho; pero también es cierto que Deportivo nunca aceptó a jugar el Pre Federal, es un club de fútbol (participa en la B Nacional de AFA), entonces ahora me quedé un poco vacío. Yo quiero progresar, llevo 15 años como entrenador profesional, siempre me dediqué a las formativas, con los más chiquitos, con el femenino; para ser el eslabón de pasar al alto rendimiento, pero el club tomó otra decisión y yo quiero proyectarme, por eso estoy abierto a escuchar ofertas, y siempre con mi familia como sostén por supuesto. Estuve en contacto con Villa Mitre de Bahía para dirigir en la Liga Argentina pero no se dio”, resume el ex base.
Del Sol es entrenador de nivel Eneba 3, se recibió en 2007 en Atebara y en los últimos años también se lo vio al frente de los seleccionados masculinos de Chubut en los Juegos Epade y de la Araucanía, en donde cayó en las finales frente a La Pampa, con la conducción de Diego Alba.
Campus
Hace unos días, Del Sol finalizó una nueva edición de su campus de enero. “Es un campus veraniego pero que no es como lo habituales porque es una pretemporada de un mes a nivel profesional adaptada para chicos de formativas y para niños de mini. Lo que buscamos es que al final de estas cuatro semanas no solo hayan mejorado en el deporte sino también como personas, por eso hay charlas de psicología y de nutrición. A los chicos y chicas se los separa en grupos y subgrupos, los llevamos de acuerdo a lo que necesita cada uno, cada uno de nuestros chicos es un mundo pero sobre todo los dejamos ser y vamos corrigiendo en cada uno de los detalles que nosotros consideramos que podemos ir mejorando en cada uno, a su tiempo, por supuesto”, explicó sobre un trabajo que hace desde una década y que surgió porque el entrenador se percató de que todos los clubes de Puerto Madyn cerraban sus actividades en verano, dejando a los chicos sin actividades por alrededor de tres meses. “Fui pionero en esto porque vi que los clubes estaban cerrados y los chicos necesitaban movimiento”, describió.
Como jugador.
Del Sol vive en Madryn con su pareja Marisol y sus hijos Aimara (16 años) y Renato (6). Y cuando comienza a hablar de básquet se nota que la pasión le brota por los poros. “Siempre me dediqué full time a este deporte. Y en la etapa de jugador La Pampa me marcó, fueron tres temporadas en Estudiantes en el TNA (97/98 y 98/99 y luego 2000/01), las dos primeras dirigidas por Daniel Jaule y la tercera por Aníbal Bertón; y en Pico también fueron dos pasos (con Marcelo Germanetto) pero en la Liga (01/02 y en la 03/04). Para mí esa provincia es mi segunda casa, sobre todo porque ahí tengo amigos que son para toda la vida”, destacó quien, en 2008, fue noticia en toda la Argentina porque se casó con Moria Casán, con quien estuvo durante un año.
“Tati” también es uno de esos contados jugadores que llegó a marcar un triple doble en la Liga Nacional: 20 puntos, 11 rebotes y 12 asistencias el 16 de abril del 2004, justamente con la camiseta del Decano y en un partido frente a Obras Sanitarias.
Y con Estudiantes llegó hasta las semifinales del TNA en el 99, una recordadísima serie con Quilmes de Mar del Plata, un equipo en el que descollaba uno de los mejores extranjeros que pasó por el país, Milton Bell.
“Fue en el segundo año, Quilmes tenía ese americano con rastas que era tremendo, Milton Bell. Esa serie me la acuerdo porque Daniel Jaule, que era nuestro entrenador, me puso todo el partido marcarlo cajón a Bell, porque me le metía hasta por abajo de las patas. La verdad es que le llegaba hasta la cintura, pero yo era medio pesado para marcar, intenso (risas). En resumen, anotó como 30 puntos en esos partidos, tenía una calidad tremenda, imaginate… la tiraba desde mitad de cancha y la metía, durísimo para enfrentarlo”, recordó Del Sol tiempo atrás.
También hizo un repaso por parte de su carrera en la Liga: “Me tocó jugar contra los mejores: Marcelo Milanesio, Marcelo Richotti, el Puma Montecchia, Sepo Ginóbili, Facundo Sucatzky, el Dani Farabello. Obviamente que ahora también hay jugadores de primerísimo nivel pero los que estoy nombrando son leyendas. Me tocó jugar contra Miguel Cortijo, pero para ser sincero me quedé enamorado del ‘Chueco’ Haile, que era la elegancia en el básquet. El ya se estaba retirando y yo estaba empezando con 20 años, y la verdad es que era un lujo verlo, la visión de campo que tenía. Aparte que de chiquito yo era fanático de River y lo miraba en esos partidos hermosos que jugaba junto con Aréjula, Duffy, Pagella… imaginate que para mí enfrentarlo en una cancha era todo un lujo. Todos esos bases eran súper mejores que yo, pero igual les daba batalla”.
Con Magic.
Y sin dudas que si hay un momento que Del Sol guarda de una manera especial es haber compartido cancha nada menos que con Earvin “Magic” Johnson, una de las máximas estrellas de la NBA de todos los tiempos.
“Eso fue lo más grande que me pasó. Magic fue a hacer la gira del HIV a Bahía Blanca (en enero del ‘94) y estuvimos en el vestuario, charlando, todos los jugadores sacándonos fotos y después participar del juego. Yo justo venía de una lesión en esas semanas antes porque había tenido un esguince de tobillo, y no me iban a dejar afuera ni loco. Estaba jugando mi primer año de Liga con ‘Tite’ Boismené que fue otro gran año de mi carrera donde por un voto no salí elegido como revelación de la temporada, y el premio se lo llevó Leo Ruiz Moreno. Recuerdo que a ese partido de la gira de Magic nosotros teníamos en el equipo a Guillermo Gallo y Juan Iglesias, Josi Gil, Jorge Faggiano, Ale Ferrari, Todd Jadlow, el ruso Sergei Grishaev, y yo en la base; entonces para hacer un equipo más competitivo Estudiantes de Bahía Blanca se reforzó e invitó un montón de jugadores, como el Puma Montecchia, Esteban De La Fuente, Juan Espil, Marcelo Richotti y Wallace Bryant. Tengo ese partido grabado acá en casa, la verdad es que ese día se armó un partidazo, magnífico (terminó 153-141 para el equipo de Magic). En el entretiempo estuve en el campeonato de volcadas porque a esa edad tenía unas patas bárbaras, pensá que con 20 años saltaba por arriba del aro casi. La sensación de estar ahí con Magic Johnson, sacarte una foto, verlo jugar… me acuerdo que ese partido lo dirigió Néstor ‘Che’ García. Habré jugado 5 minutos, porque casi todo el partido lo jugó el Puma Momntecchia, pero esa noche fue increíble. Me tocaron vivir cosas hermosas e inolvidables con el básquet.