El tenista cordobés perdió la final de singles ante su compañero de dobles Shingo Kunieda, con quién este domingo buscará consagrarse ante la dupla Hewett/Reid
Gustavo Fernández lo dio todo. Del otro lado, Shingo Kunieda, leyenda viva del tenis adaptado. El japonés, que a los 38 años es el jugador más ganador de la historia de esta especialidad, llegó a 27 títulos de Grand Slam. Lo hizo a expensas del cordobés, en una final de alto vuelo jugada en la cancha 14 de Roland Garros, después de 2 horas y 41 minutos de dura batalla sobre la tierra naranja parisina.
Fernández, campeón en el torneo francés en 2016 y 2019, buscaba su sexta corona grande, la primera desde Wimbledon 2019. Pero el de Río Tercero ya sabía que tenía una misión muy compleja en la definición del torneo en silla de ruedas. Aun cuando ambos se conocen de memoria, se enfrentaron muchísimas veces y hasta son compañeros de dobles, se sabía que no resultaría nada fácil este compromiso.
Kunieda empezó mejor. Arrasó en los primeros minutos y rápidamente se adelantó 5-0. Cerró por 6-2 el primer capítulo, y con otro quiebre, se adelantó 5-3 en el segundo. Parecía una final sencilla para el asiático. Pero Fernández empezó a luchar y emparejó el desarrollo. Y se acercó en las cifras, lo dio vuelta: cuatro games en fila para llevar la definición al tercer set. Ahí empezó mejor el argentino. Y otra vez apareció la jerarquía de Kunieda para recomponerse, después de seis juegos seguidos para Gusti. El duelo se hizo parejo, palo y palo. El japonés presionó sobre el servicio del cordobés; no pudo quebrarlo en el décimo game, pero sí en el duodécimo, con un passing paralelo de drive en el match-point, para sentenciar el match por 6-2, 5-7 y 7-5.
“El partido fue muy bueno, de lo mejor que vi en finales. El japonés jugó en el inicio en un nivel superlativo, estuvo muy efectivo, preciso y agresivo, y eso hizo que el partido se hiciera muy cuesta arriba. Quedó abajo 6-2, 5-3, pero siguió en la suya, comenzó a darlo vuelta, Podía tener una ventaja importante con doble quiebre, no lo pudo cerrar, se volvió a trabar el set, y se hizo todo cerrado. Yo me quedé satisfecho, hizo todo lo que podía para ganar, luchó hasta el último momento, pero Shingo también compitió y por algo es leyenda, es un crack. Faltó algún detalle, muy finito, nada más”, comentó Fernando San Martín, entrenador de Gusti Fernández.
Para Fernández, de 28 años, fue el regreso a las finales grandes del tour adaptado después de tres temporadas. En el Australian Open jugó tres finales, con dos victorias (2017 y 2019) y una derrota (2014); en Roland Garros disputó cinco finales, con los dos triunfos mencionados (2016 y 2019), y derrotas en 2017, 2018 y ahora, en 2022; en Wimbledon se impuso en 2019, tras caer en las definiciones de 2017 y 2018, y en el US Open sólo llegó a la definición en 2014, cuando perdió con Kunieda en dos sets.
Gustavo Fernández, que tiene 27 derrotas en 38 partidos contra Kunieda, tendrá que esperar al menos hasta Wimbledon para ir en busca de su sexto título del Grand Slam. Además, el argentino y el japonés debían disputar luego la final del dobles ante los británicos Alfie Hewett y Gordon Reid, pero se postergó para el domingo por la lluvia.
En la categoría femenina, el título fue la holandesa Diede de Groot, de 25 años, que derrotó a la japonesa Yui Kamiji por 6-4 y 6-1 y sumó su tercer Roland Garros y su Grand Slam número 14.