El Presidente anunció en cadena nacional junto a su Gabinete las nuevas medidas de desregulación de la economía.
El presidente Javier Milei aseguró que el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que firmó para desregular la economía, modificando más de 300 leyes,»va a destrabar este andamiaje jurídico opresor que destruyó» el país, y permitir que la Argentina “pueda crecer”.
En su primera cadena nacional desde que asumió hace diez días, el mandatario nacional anunció que en el contenido del DNU está la derogación de la Ley de Alquileres, la de Abastecimiento; la de Góndolas; el Observatorio de precios; desregulaciones de internet, de medicina prepaga, de turismo; la implementación de cielos abiertos y una reforma laboral, entre muchas otras.
Milei hizo un diagnóstico de la dura situación economía y las cifras de la pobreza, de lo que responsabilizó a «la casta política», y destacó que «seis de cada diez chicos son pobres».
Además, aseguró en la cadena, grabada a primera hora de la tarde y donde estuvo acompañado por todos sus ministros, que el país atraviesa esta complicada situación debido al “colectivismo” y a la «doctrina que considera que los políticos son Dios», cuando -remarcó- «no solo que no son Dios sino que son la causa de nuestros problemas».
En esa línea, antes de anunciar los detalles del DNU, Milei dedicó buena parte de su mensaje de 16 minutos de extensión a cuestionar que «un grupo de burócratas pueda planificar la vida de los seres humanos».
«El problema no es el chef sino la receta, las ideas que fracasaron en Argentina y en todo el planeta donde se intentaron han sido un fracaso en lo económico, lo social y cultural y le costó la vida a millones de personas. Esa doctrina que le dicen izquierda, comunismo, fascismo o socialismo, y que nosotros le decimos colectivismo, es una forma de pensamiento que diluye al individuo en favor del poder del Estado. Parte de la premisa de que la razón de Estado es más importante que el individuo, que debe someterse al Estado y que por lo tanto los ciudadanos le debemos pleitesía a sus representantes: la casta política», evaluó.
Y agregó: “Nos hemos acostumbrado y tomado como normales intromisiones estatales que son la causa de nuestros problemas. El saldo es el país que recibimos, la peor herencia de la historia. Un país con déficit consolidado de 15% del PBI, donde 5% del déficit es del Tesoro y 10% del Banco Central”.
“Un país que gasta tanto que no le alcanza para pagarlo, ni siquiera con la presión impositiva en blanco, más alta del mundo. Un país sin reservas en el Banco Central y con su confianza crediticia destruida. Un país que ha emitido dinero por 20 puntos del PBI para financiar ese gasto público y que ahora, producto de esa emisión desenfrenada, enfrenta su peor crisis inflacionaria en 40 años”, puntualizó.
Al respecto, Milei dijo que el cambio de esa situación «comienza hoy» y lamentó que «el Estado en su conjunto se ha vuelto una máquina de impedir el comercio, el trabajo, la producción, el ahorro, la inversión, la generación de riqueza, el crecimiento económico y, fundamentalmente, la libertad».
«El empleo privado está estancado en 6 millones de puestos de trabajo desde hace más de una década. El PBI per cápita es 15% inferior al de 2011. 1/3 de los trabajadores formales son pobres. Tenemos una tasa de desempleo baja, pero que se explica con empleo precario y salarios reales miserables, y seis de cada diez chicos entre cero y 14 años son pobres», insistió.
Tras este repaso, el jefe de Estado comenzó a enumerar los 30 principales puntos de las reformas del DNU, de un total de más de 300, cuyo objetivo -dijo- es «la reconstrucción del país».
Sobre el final de su discurso, Milei envió un mensaje a los legisladores de todas las fuerzas políticas: «Deberán decidir si van ser parte de este cambio o si van a obstruir el proyecto de reformas más ambicioso de los últimos años. Confío en que nuestros representantes defenderán los intereses de los argentinos y no los de la casta».