Se vivió un tenso clima en el Congreso, luego de que el diputado Hernán Lombardi pidiera derogar la ley 27.551. El cordobés Mario Negro solicitó una sesión especial para su debate, pero el mecanismo utilizado no fue el más adecuado y le valió importantes críticas.
Lejos de tratarse de una jornada tranquila, la sesión especial de hoy en la Cámara de Diputados se transformó nuevamente en un espacio de disputas partidarias. Tal como se venía rumoreando desde la previa, la oposición intentó colar el debate por la ley de alquileres.
Fue el diputado nacional del PRO, Hernán Lombardi, quien formuló un apartamiento de reglamento para habilitar el tratamiento de un proyecto de derogación de la actual normativa vigente. Al frustrarse dicha tentativa -por falta de apoyo-, el presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, planteó una moción para emplazar al recinto a sesionar el 23 de agosto en base a los expedientes que plantean tanto modificaciones a dicha normativa como a su lisa y llana anulación.
El pedido de derogación de la ley 27.551, sancionada en 2020, quedó muy lejos de los tres cuartos de mayoría agravada que necesitaba: cosechó 102 votos positivos, contra 113 rechazos y 9 abstenciones.
Seguidamente, el radical cordobés sacó de la galera una jugada que desconcertó al oficialismo, que no estaba avisado de la maniobra: mocionó que la Cámara baja convoque a una sesión especial para el 23 de agosto a las 12 con foco específico en la Ley de Alquileres.
Según se argumentó desde Juntos por el Cambio, el objetivo de ambas mociones fue poner en evidencia la falta de interés del oficialismo en resolver una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía vinculadas al acceso a la vivienda.
Decidido a responder, el jefe del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, manifestó que una moción de «emplazamiento» al recinto no es contemplada por el reglamento. Y le arrojó explicó al dirigente opositor que podía juntar 10 firmas para pedir la realización de una sesión especial por la vía ordinaria.
«Todo bien con el reglamento, pero no nos pongamos creativos«, lanzó irónico el Martínez.
Sin embargo, Negri no se quedó callado y argumentó que su pedido estaba ajustado al artículo 126, y se negó a retirarla. «Antecedentes sobran desde 1985 a la fecha. Es facultad del pleno de la Cámara citar a una sesión especial y dicha moción requiere mayoría simple«, explicó.
Fue respaldado por la experimentada diputada del interbloque Federal Graciela Camaño, quien juzgó que siempre sería mejor dirimir la controversia de interpretación reglamentaria en el conjunto del pleno, a través de una votación. También el presidente de la bancada de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, y la diputada del PRO, Silvia Lospennato, dieron su apoyo a Negri.
A su turno, la diputada camporista Paula Penacca señaló que el reglamento no habilita este tipo de mociones como la expresada por Negri y pidió «dejar de pavear» pensando si es posible «sacar un puntito más en el maco de una campaña electoral», por lo que exigió continuar con el temario del orden del día.
Finalmente, atendiendo a las diferencias sobre la interpretación del Reglamento, el jefe de la bancada radical aceptó posponer la votación de su moción.